Iván Endre, entrenador chileno que actúa como ayudante técnico en Muschuc Runa del país del Guayas, vive el receso del fútbol estos días en cuarentena por COVID-19 en la ciudad de Ambato y comentó su estado actual ante la crítica situación del país en que trabaja. «Acá en Ecuador ha sido localizado principalmente en Guayaquil donde son la mayoría de los contagios, pero nosotros estamos a ocho horas de eso. Lo más cercano es Quito, pero también está a dos horas y los terminales de buses están cerrados, sólo hay tránsito de mercadería y artículos de primera necesidad».
LA CRISIS ECUATORIANA
«El problema es que en Guayaquil, que fue donde llegó el primer contagio, se descontroló rápidamente, porque es una población muy de calle, por el clima que tiene y la verdad es que la gente de allá se demoró mucho en hacer caso», relata.
«Estoy con mi señora e hijas acá, hacemos la cuarentena y salimos a comprar mercadería y cosas a minimarket cercanos. Gracias a dios antes de que se decretara la cuarentena pudimos aprovisionarnos y quedar tranquilos por ese lado. Acá se hizo cuarentena en todo el país inmediatamente y se hace toque de queda desde las 2 de la tarde.»
TRABAJO A DISTANCIA Y TEMA LABORAL
El entrenador chileno, que comparte equipo con los también nacionales Ignacio Herrera (futbolista) y Fabián Venegas (preparador físico), comparte estos días charlas de trabajo por videoconferencia con el cuerpo técnico del club, liderado por el argentino Ricardo Dillón. Además, para la próxima semana ya programaron una sesión de entrenamiento grupal con toda la plantilla con la misma modalidad. «Mandamos ejercicios y trabajos semanalmente y revisamos los videos que nos envian los jugadores haciendo las sesiones».
Sobre el tema laboral que aqueja al mundo del fútbol con reducciones de salario, equipos de trabajo y otras que se han evidenciado en Chile, Endre reclama el momento en que se están tomando decisiones. «He sabido por amigos, entrenadores de divisiones menores y gente que trabaja. Se ha despedido gente, es la parte más débil que no tiene respaldo, los profesionales del área formativa. Es denigrante, me parece que es de muy bajo nivel, de una humanidad irresponsable sobre todo en el momento que estamos viviendo. Ese técnico que despiden, ¿qué va a hacer, dónde se va a ir a trabajar ahora en esta situación?»
